Cuidados de un gato

Cuidados de un gato

CUIDADOS DE UN GATO

 

Sé que el tema de los cuidados de un gato es algo que os preocupa mucho a los humanos y, por eso, he querido añadir este artículo.

Ya veréis que cuidar a un gato es mucho más fácil de lo que parece, somos animales muy independientes, que hemos sido capaces de cuidar de nosotros mismos desde hace cientos de años.

De todos modos, siempre nos viene bien una mano humana que nos mime y nos ayude con algún cuidado extra y, para que no te quede ninguna duda acerca de los principales cuidados a los que me refiero, he decidido escribir este artículo.

Espero que te sea de utilidad.

GATOS: ESE ANIMAL DOMÉSTICO SIN DOMESTICAR

Hoy en día es muy habitual encontrar un gato como yo en cualquier casa del mundo.

Es más, en los hogares europeos ya somos la mascota por excelencia, superando incluso a los perros. Uno de cada tres hogares en Europa reconoce tener un gato como mascota.

Aunque a día de hoy ver un minino en una casa o en un apartamento sea común, esto no siempre ha sido así… de hecho, hemos sido animales venerados, pero también odiados y perseguidos a lo largo de la historia.

Según defienden la mayoría de los autores, el gato doméstico actual (Feliz Silvestris Catus, como nos llaman los humanos más cultos), procedemos del gato salvaje africano y del cruce de este con otras especies, como el gato indio del desierto.

Todo apunta a que en Egipto, entre los años 2500 y 4500 a. C., empezó nuestro acercamiento al de la raza humana.

Pero no te vayas a creer que nos domesticasteis como si fuésemos perros, ¡ni mucho menos!

Los gatos nos fuimos acercando a los humanos porque nos dimos cuenta de que obteníamos beneficios: nos dejabais aprovechar los restos de vuestros alimentos y, a cambio, solo nos pedíais que hiciésemos lo que más nos entretiene, cazar roedores para mantener a salvo vuestras cosechas.

Así comenzó la relación entre los gatos y los humanos… pero ¡qué listos fueron mis antepasados!

Más tarde, como los egipcios vieron que los gatos servíamos para protegerlos frente a diversos peligros, empezaron a darnos un tratamiento de dioses, por eso se ven representaciones de dioses egipcios con cabeza de gato, como es el caso de Bastet, símbolo del amor y la procreación.

¡En aquella época sí que se vivía bien!

Los gatos no teníamos que preocuparnos por la alimentación ni por los cuidados, vivíamos como dioses.

El problema para los gatos llegó cuando los humanos decidisteis importarnos a Europa y la Iglesia empezó a tacharnos de demonios y a relacionarnos con la brujería.

Esto fue, concretamente, en la Edad Media.

Fuimos perseguidos y casi eliminados del mapa… pero, claro, la situación no podía quedar así.

El resultado de esta persecución fue que, al no haber gatos, las ratas empezaron a campar a sus anchas por las calles de las ciudades europeas, contagiando a la población con sus enfermedades y dando lugar a las grandes epidemias de la época, causando la desolación y provocando un gran número de muertes.

Menos mal que esto fue cambiando y os fuisteis dando cuenta de que los gatos somos el animal de compañía perfecto: apenas requerimos cuidados, aprendemos rápido y damos cariño siempre que los humanos lo necesitáis.

Y exactamente esto es lo que quiero enseñarte a continuación, humano, porque aunque pienses que estamos domesticados, ya has visto que desde el principio nuestro acercamiento a vosotros ha sido cuestión de puro beneficio… y ahí está la clave de nuestra relación (ya lo irás viendo).

CLAVES PARA CUIDAR BIEN A UN GATO

Los gatos no somos un animal de compañía que necesitemos cuidados especiales, puede que ese sea el éxito de nuestra especie como mascota para unos humanos que cada vez estáis más ocupados y tenéis menos tiempo para encargaros de un animal.

Siguiendo las claves sobre cuidados para gatos que te voy a dar a continuación, te será facilísimo hacerte cargo de tu minino, aunque tengas poco tiempo.

Reconócelo, humano, no hay nada mejor para vosotros que llegar a casa después de un duro día de oficina y tener una bolita de pelo dispuesta a darte cariño o a dejarse acariciar, sin apenas pedirte nada a cambio.

Los gatos somos la mascota perfecta 😉

Cuidados básicos de un gato

Como viene siendo habitual desde la antigüedad, los gatos nos conformamos con un poco de comida y cariño.

Ya hemos hablado en alguna ocasión de la necesidad de tener en casa unas zonas diferenciadas para que nos sea más fácil ubicarnos.

Me refiero a la zona de alimentación, la de eliminación, la de descansar, etc.

No debes olvidar la zona de juego, porque somos bastante inquietos y nos gusta jugar, aunque no siempre necesitamos la presencia de un humano, nos gusta jugar solos con juguetes para gatos que sean adecuados a nuestra edad.

Una vez ya definidas las zonas de la casa, te tienes que encargar de que no nos falte agua ni comida en ningún momento, ya que somos bastante glotones y, al vivir en un piso o un apartamento, no tenemos opción de cazar para alimentarnos.

También somos muy presumidos, sobre todo mis parientes los gatos de pelo largo, así que tendrás que dedicar un poquito de tiempo al cuidado de nuestro aspecto físico.

A continuación te quiero hablar de estas dos cuestiones elementales en el cuidado de un gato: la alimentación y el pelo.

La alimentación del gato

Ya hemos hablado en alguna ocasión sobre la alimentación de un gato, pero nunca está de más recordarlo.

Los gatos somos animales carnívoros y, como tales, nos alimentamos básicamente de carne, aunque no en exclusiva.

En realidad, los gatos necesitamos tener una alimentación completa y equilibrada, que nos permita crecer sanos y felices.

Siempre es conveniente que nuestra comida esté compuesta por más de un ingrediente, así nos aseguraremos que recibimos el aporte de vitaminas necesario para nuestra dieta.

Existen varias teorías entorno a cada cuánto comen los gatos… hoy en día, hay dueños de todo tipo.

Las frecuencias de alimentación suelen dividirse en tres grupos:

  • Alimentación del gato por control de tiempo: el gato dispone de la comida durante un tiempo determinado al día (entre 5 y 30 minutos) y come lo que le dé tiempo. Esta acción se suele repetir dos veces al día.
  • Alimentación del gato a libre disposición: el gato tiene la comida disponible durante todo el día y va comiendo según le vaya apeteciendo. Este método es el más común, pero debe evitarse si el gato está castrado y tiende a coger peso.
  • Alimentación del gato por control del alimento: el gato dispone de una cantidad de alimento controlada y se le suele ofrecer dos veces al día. Una vez que se terminan la porción correspondiente, tendrán que esperar a la próxima.

Para conocer la cantidad recomendada de cada alimento para tu gato, consulta las tablas que aparecen en cada uno de los envases… están hechas por profesionales.

La cantidad o el tipo de alimento dependerán fundamentalmente de la edad y el peso del gato.

No es el mismo alimento el que comen los gatos bebés que el que comen los gatos adultos.

Si tienes alguna duda, fíjate bien en el embalaje del alimento, suelen indicar si es comida para gatos de dos meses (recién destetados) o si es para gatos más mayores, por ejemplo.

Es importante que nos deis la comida más adecuada para nuestra edad en cada caso.

Ante todo, no nos alimentéis con leche. Los gatos no bebemos leche de vaca, suele sentarnos muy mal… ¿acaso has visto alguna vez un gato ordeñando una vaca?

Cómo cuidar el pelo del gato

Está claro que no es lo mismo el cuidado que requiere el pelo de un gato de pelo largo y de un gato de pelo corto.

Se consideran gatos de pelo corto aquellos cuya longitud del pelo no supera los 4,5 cm, a partir de ahí, se consideran gatos de pelo largo.

Si ves que no vas a tener tiempo para cepillarle el pelo a diario a tu minino, te recomiendo que te decantes por un gato de pelo corto.

La verdad es que los gatos somos muy limpios y presumidos, pero hay cosas que no podemos hacer solos, como, por ejemplo, cepillarnos el pelo.

Un gato con el pelo mal cuidado puede dar origen a muchas complicaciones, incluso enfermedades.

Si tienes un gato de pelo largo, el cepillado del pelo se convertirá en un cuidado básico que tendrás que repetir con mucha frecuencia.

Cuando los gatos nos acicalamos y nos lamemos las patitas, ingerimos algunos pelos sueltos que, si son demasiados, pueden llegar a provocarnos serios problemas en el aparato digestivo.

Por tanto, un cepillado de manera frecuente (a diario si es un gato de pelo largo), retirará gran parte de este pelaje suelto y nos ahorrará algún que otro susto.

Incluso es posible que tengas que utilizar productos concretos para el cuidado del pelo del gato durante el baño, para mantener su brillo y su fuerza y evitar que este se caiga.

Recuerda que los gatos mudamos el pelo durante todo el año, pero este proceso es más intenso en los cambios de estación.

CUIDADOS DE UN GATO BEBÉ

Existen algunas situaciones en las que los humanos tenéis que ejercer de mamás de gatitos bebés, porque un gato recién nacido llega a vuestra casa por algún motivo.

En ese caso, tendrás que informarte de todo sobre gatos recién nacidos, desde cómo alimentar un gato bebé hasta si se debe bañar un gato bebé.

Pues bien, aquí estoy yo para resolverte tus dudas acerca de los cuidados para gatos recién nacidos.

Vayamos por partes:

La alimentación de un gato recién nacido

Lo ideal es que los gatos estemos mamando de nuestras mamás gatas hasta que cumplamos un mes.

A partir de ahí, si todo va bien, estamos preparados para el destete.

Por tanto, si buscas información sobre cómo alimentar a un gatito de 1 mes, la respuesta es que lo ideal es que sea con leche de gata o, si no fuese posible, una leche artificial para gatos recién nacidos.

Si la gata está bien y los gatitos van cogiendo peso, es posible que sigan mamando hasta los 40 días.

Si, por el contrario, los gatitos empiezan a maullar porque tengan hambre o la mamá gata está débil, habrá que completar la alimentación con leche artificial para gatos.

Tendrás que poner la leche en un cuenco o un platito con los bordes bajos, para que los gatitos alcancen bien, y acercar poco a poco la boquita de los gatitos a la leche, para que la prueben y se den cuenta de que pueden comer de ahí.

Otra opción es utilizar un biberón para gatitos o una jeringuilla.

Los gatitos deberían comer esta leche de maternidad gatuna dos veces al día.

Progresivamente, esta leche se irá completando con una papilla para gatos bebés.

De manera que, a los 50 días, los gatitos comerán 4 veces al día alternando la leche artificial con la papilla.

A partir de ahí, se podrá ir sustituyendo la leche por pienso para gatitos bebés.

Y a los 2 meses, los gatitos ya somos totalmente autosuficientes.

Por este motivo, se recomienda que no se nos separe de nuestra familia antes de los dos meses de edad, que equivaldría a 1 año en edad humana.

Aunque sé que esto no siempre es posible, sería lo ideal.

Recuerda que la comida para gatos bebés, es decir, los complementos de leche maternizada para gatos o la papilla, podrás comprarla en tiendas de animales especializadas.

Fíjate que en el embalaje ponga que es específica para gatos bebés, por ejemplo, “comida para gatos de 1 mes” o “comida para gatos recién nacidos”, así te estarás asegurando de que el alimento será completo y variado, conforme a la edad del gatito.

Esto será muy importante, sobre todo, si tienes que cuidar de unos gatitos huérfanos recién nacidos que te hayas encontrado en la calle o que alguien haya abandonado.

El baño y los gatos bebés

Los gatos recién nacidos no necesitan ser bañados por los humanos ya que son nuestras madres las que nos acicalan durante los primeros días de vida.

Cuando ya vamos creciendo, imitamos a nuestras mamás y somos nosotros los que nos vamos aseando.

Como bien sabes, los gatos somos animales muy limpios y escrupulosos, así que a no ser que sea extremadamente necesario, no sería conveniente bañar a un gato bebé.

Según los expertos, no se debe bañar a los gatos hasta que estos cuenten con todas las vacunas necesarias.

Por tanto, evita bañar a un gato, sobre todo, cuando es un bebé.

En el caso de los gatos adultos, la frecuencia cada cuanto se baña un gato dependerá de si el gato está en libertad o dentro de casa, ya que la cantidad de suciedad será diferente en cada caso.

Un gato adulto suele bañarse unas dos veces al año, siempre con un champú adecuado y secándole el pelo posteriormente con un secador.

Otros cuidados que necesita un gato bebé

Además de lo que ya hemos mencionado antes, será conveniente tener en cuenta la temperatura.

Si te encuentras, por ejemplo, ante una camada de gatitos recién nacidos, deberías saber que estos necesitan mucho calor.

Lo ideal sería que pusieses a los gatitos sobre una mantita de lana o bajo una luz que les asegure una temperatura de unos 38 ºC.

Otra parte de los cuidados de los gatitos bebés son los juegos.

Como ya os cuento en el artículo sobre juguetes y juegos para gatos, a cada edad requerimos unos estímulos especiales y, cuando somos bebés, es muy importante que esto se lleve a cabo para que seamos gatos felices y educados en un futuro.

Existen otros muchos cuidados para gatos pequeños y sería complicado reunirlos todos en un solo artículo, así que iré tratando este tema en el apartado del blog sobre gatos.

VACUNAS Y ENFERMEDADES MÁS COMUNES EN LOS GATOS

Las vacunas en los gatos suele ser un tema controvertido a tratar entre los humanos.

Es cierto que hay muchos humanos concienciados de que es necesario vacunar a su gato, pero hay otros que piensan que si el gato no sale de casa, no va a contraer ninguna enfermedad, por tanto, no será necesario vacunarlo.

Lo que ocurre en este segundo caso es que estos humanos no tienen en cuenta que ellos sí que entran y salen y pueden llevar a casa bacterias o virus peligrosos para los gatos, ya sea en su ropa o en sus zapatos.

Por tanto, aunque los gatos no salgamos de las casas de los humanos, sí que deberíamos ser vacunados.

Para informarte bien de cuáles son las vacunas que necesita tu gato, lo mejor es que visites a un veterinario, será quien mejor te pueda orientar, ya que si tu gato es adoptado, puede que ya tenga alguna vacuna puesta o necesite el recordatorio de alguna.

Si vacunas a tu gato, estarás evitando posibles enfermedades futuras.

Y es que en el mundo de los felinos, la mejor forma de curar una enfermedad es previniéndola.

A continuación, te voy a hablar de los síntomas y las principales enfermedades que contraemos los gatos, con el fin de que puedas detectarlos y ponerles solución lo antes posible.

Síntomas de que tu gato está enfermo

Conoces a la perfección a tu gato y sabes cuál es su carácter, por tanto, si lo ves más tristón de lo normal o que hace cosas extrañas, empieza a sospechar porque puede que sea síntoma de alguna enfermedad.

Existen unos gestos o unas claves que te pueden ayudar a identificar estos síntomas:

  • Mi gato mueve mucho la cabeza: es posible que tenga alguna molestia en el oído interno, lo mejor será que te dirijas a un veterinario que pueda explorarlo bien.
  • Mi gato tiene la nariz muy seca o demasiado mojada: si tu gato tiene la nariz demasiado seca puede que sea síntoma de fiebre, así que lo mejor será que le pongas un termómetro.

Sí, por el contrario, tiene la nariz demasiado mojada, con secreciones mucosas de color amarillento, es posible que tenga algún tipo de infección respiratoria y, lo mejor, será acudir a un veterinario.

  • Mi gato tiene muchas legañas: es posible que tu gato tenga legañas debido a algún tipo de infección ocular o conjuntivitis.

Este tipo de enfermedades es más común en el caso de los gatos con la nariz más pequeña, como los gatos persas, por lo que se debería añadir la limpieza de las legañas a los cuidados frecuentes del gato, para que estas no se acumulen y produzcan un daño mayor.

  • Mi gato huele mal: lo primero que tienes que hacer en este caso es aclarar de dónde sale ese mal olor.

Si el mal olor procede de los oídos, es posible que tu gato tenga alguna infección del oído interno, como otitis en gatos, o algún tipo de ácaro.

Se recomienda en este caso llevar al gato al veterinario.

Si el mal olor procede de la boca, es decir, tu gato tiene mal aliento, puede deberse a que tenga algún tipo de infección en la zona de las encías o los dientes o, también puede darse, que la dolencia proceda del aparato digestivo.

En ambos casos, el gato debería ser tratado por un veterinario para administrar la solución idónea en función del origen de la enfermedad.

¿Qué hacer si tu gato enferma?

Debes tener claro que, como seres vivos que somos, a lo largo de nuestra vida los gatos sufrimos enfermedades de mayor o menor importancia, al igual que los humanos.

En caso de que detectes que algo anormal pasa, bajo ningún concepto automediques a tu gato.

Sé que es algo que hacéis normalmente los humanos… os duele la cabeza y os tomáis un Ibuprofeno, por ejemplo, pero en el mundo de los gatos, esto no funciona igual.

Siempre será conveniente que nos vea un veterinario y nos diagnostique, indicando la medicina para gatos que mejor convenga en ese caso.

Si, en algún momento de nuestra vida, nos dio una otitis felina, no vuelvas a usar esas gotas si nos supura el oído porque puede que, en esta ocasión, el origen no esté en una otitis, sino en un ácaro del interior de nuestra oreja.

Esto podría ser muy peligroso.

Así que, si te estás planteando automedicar a tu gato, piénsalo dos veces y desestímalo, porque puede ser peor el remedio que la enfermedad, como decís los humanos.

La mejor manera de prevenir cualquier enfermedad en tu gato es que esté bien cuidado, alimentado y limpio… así evitarás algún que otro disgusto.

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